Las reuniones al aire libre durante el verano son una delicia: buena comida, compañía agradable y la oportunidad de disfrutar del clima cálido. Sin embargo, a menudo nos encontramos luchando contra el viento que amenaza con arruinar la fiesta al hacer volar el mantel.
No te preocupes, tenemos el truco casero perfecto para mantener tu mantel en su lugar y evitar contratiempos. Todo lo que necesitas para este ingenioso truco es una perforadora de papel y cinta resistente que combine con el color de tu mantel. La perforadora creará pequeños agujeros, mientras que la cinta asegurará el mantel con firmeza en su lugar.
Comienza extendiendo tu mantel sobre la mesa, dejando aproximadamente 20 centímetros de tela sobrante en cada lado. Dobla los extremos de cada esquina del mantel hacia adentro y sosténlos juntos. Utiliza la perforadora para hacer dos agujeros en cada esquina, lo que resultará en un total de cuatro agujeros si cuentas ambos pliegues.
En tu próxima comida al aire libre pon en práctica este truco casero.
Ahora viene la parte divertida: pasa la cinta a través de los agujeros, asegurándote de que esté lo suficientemente apretada como para mantener las esquinas en su lugar. Te recomendamos cruzar la cinta sobre los pliegues, como si estuvieras atando tus zapatillas, para una sujeción extra segura.
Paso definitivo
Repite este proceso con cada una de las cuatro esquinas del mantel. Una vez que hayas terminado, notarás que tu mantel adquiere una forma más estructurada, lo que lo hace menos susceptible a ser levantado por el viento travieso.
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