La esponja de cocina, si no se desinfecta con regularidad, puede convertirse en un caldo de cultivo para moho, bacterias y otros microorganismos perjudiciales para la salud. Por ello, vamos a explicar cómo debes lavarla al menos dos veces al mes para evitar que se convierta en una fuente potencial de contaminación para los utensilios de cocina que limpias con ella.
Una esponja no higienizada puede transferir bacterias a las manos y, por consiguiente, a los alimentos que cocinas a diario, aumentando el riesgo de infecciones o enfermedades. Por lo tanto, su limpieza regular es fundamental, y para ello, el jugo de limón se convierte en un gran aliado.
Las propiedades ácidas y antibacterianas del limón lo convierten en un ingrediente ideal para desinfectar la esponja de cocina. Mezcla el jugo de varios limones con agua caliente y vierte la solución en un recipiente, donde deberás remojar la esponja durante al menos media hora. Después, enjuágala bien y ¡listo!, estará como nueva.
Otra opción para desinfectar la esponja es utilizar vinagre blanco, ya que el ácido acético puede desnaturalizar las proteínas de los microorganismos que son perjudiciales para la salud. Remoja la esponja sucia en una mezcla de vinagre y agua y deja que actúe durante unos 30 minutos: el resultado te sorprenderá.
Más opciones
También puedes utilizar bicarbonato de sodio, que posee propiedades abrasivas y desodorizantes. Además, algunos expertos en limpieza del hogar recomiendan colocar la esponja en el microondas para desinfectarla. Solo necesitas humedecer la esponja y colocarla en el electrodoméstico durante 2 minutos: las intensas ondas del microondas pueden eliminar las bacterias.
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