En medio de la desesperación por salvar nuestro querido celular de un encuentro desafortunado con el agua, a menudo recurrimos a consejos que escuchamos por ahí, como sumergirlo en arroz o aplicar aire caliente con un secador de pelo.
Sin embargo, ¿cuál es la verdadera solución para recuperar nuestro celular? Aquí te lo contamos, desmintiendo algunos mitos y revelando procedimientos más efectivos. El primer paso es crucial: sacar el celular del agua lo más rápido posible.
Cada segundo cuenta para evitar daños irreparables en el celular. Sin embargo, es importante resistir la tentación de encender la pantalla o comprobar si funciona, ya que esto podría provocar cortocircuitos. Una vez fuera del agua, sécalo cuidadosamente con servilletas absorbentes y sopla suavemente para eliminar las gotas de agua restantes.
En última instancia, consulta con un especialista para no perder definitivamente tu celular.
Es fundamental prestar atención a detalles como la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria, que deben retirarse lo antes posible. La batería también debe ser extraída, aunque en muchos casos no es accesible. En estos casos, deberemos continuar igual con el procedimiento de limpieza.
Evita los mitos
Aunque es común escuchar consejos como sumergir el celular en arroz o aplicar aire caliente, estos métodos no son tan efectivos como se cree. La absorción de la humedad por parte del arroz puede ser mínima, y el aire caliente puede dañar aún más los componentes electrónicos.
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