El 13 de mayo ha sido una fecha sumamente dolorosa para Ana Obregón ya que se han cumplido cuatro años de la partida de Aless Lequio, su hijo. Se sabe que la bióloga no lo pasa bien y es por eso que sus amigos han intentado animarla.
Si bien se pensaba que Ana Obregón estaría en su casa abocada a Ana Sandra como una forma de mitigar su dolor lo cierto es que todos se han llevado una gran sorpresa al ver a la bióloga paseando feliz junto con sus amigos más cercanos.
Con motivo del cumpleaños de Raúl Castillo, Ana Obregón ha dejado la solemnidad de su hogar para salir a comer y a pasar un buen rato. “Me han sacado de casa. No salgo de casa nada más que para trabajar”, le ha confesado la bióloga a Europa Press.
En la misma línea agregó: “No dejo a Anita, no voy a ningún lado. Anita me quita el tiempo, luego antes era mi luto y ahora pues poco a poco”, expresó Ana Obregón reflejando cómo lleva estos días con su pequeña hija-nieta.
Un momento de distención
De esta manera Ana Obregón se ha mostrado sonriente junto con sus amigos pasando un rato de distención para olvidarse al menos por algunas horas del dolor que siente por la pérdida de su hijo luego de transitar una enfermedad sumamente dura.
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