El paso del tiempo y diversos factores ambientales pueden hacer que clavos y tornillos guardados se oxiden, afectando su apariencia y utilidad. Sin embargo, antes de descartarlos, hay trucos caseros efectivos que pueden ayudarlos a recuperar su estado original.
Una combinación de vinagre y sal puede ser extremadamente eficaz para eliminar el óxido de clavos y tornillos. Para preparar esta solución, mezcla un litro de vinagre con media taza de sal, asegurándote de que se integre bien. Antes de aplicar la mezcla, limpia bien los tornillos y clavos, retirando cualquier polvo y óxido superficial.
Luego, sumérgelos en la preparación y deja que actúe durante tres días. Pasado este tiempo, notarás una gran diferencia en la apariencia de las piezas. El aceite mineral, especialmente aquellos con oligoelementos, puede ser muy útil para aflojar la suciedad y la corrosión de los metales oxidados.
Se trata de un secreto poco conocido para recuperar tus clavos y tornillos.
El bicarbonato de sodio es otro recurso casero excelente para combatir el óxido. Para emplearlo, prepara una pasta con bicarbonato de sodio y agua. Cubre completamente los clavos y tornillos con esta pasta y deja que repose durante varias horas.
Paso final
Luego, utiliza un cepillo de cerdas duras para limpiar dichos clavos y tornillos y, finalmente, retira los restos de la mezcla con un paño húmedo. Este método también proporciona resultados sorprendentes, dejando las piezas metálicas limpias y libres de óxido.
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