Las alfombras no solo añaden calidez y estilo a los espacios, sino que también deben ser ubicadas estratégicamente según los expertos en decoración. Comúnmente se encuentran en salas de estar, comedores, dormitorios, pasillos, entradas y áreas de trabajo. Sin embargo, debido a su constante exposición, las alfombras pueden acumular bacterias y suciedad.
En este sentido, el bicarbonato de sodio es un ingrediente común en la cocina que puede convertirse en tu mejor aliado para mantener las alfombras limpias y libres de bacterias. Este producto tiene propiedades que ayudan a absorber olores y aflojar la suciedad incrustada en las fibras de las alfombras. El proceso de limpieza con bicarbonato de sodio es sencillo y altamente efectivo.
Para comenzar, es crucial aspirar bien la misma para eliminar la suciedad suelta y los residuos superficiales, preparando así la superficie para una limpieza más efectiva. Luego, se debe espolvorear generosamente bicarbonato de sodio sobre toda la superficie de la alfombra, asegurándose de cubrir todas las áreas, especialmente las que están más sucias o donde se acumulan más olores.
Permitir que el bicarbonato repose sobre las alfombras durante al menos 15 minutos es necesario para que absorba los olores y afloje la suciedad. Utilizando un cepillo para frotar el bicarbonato en la alfombra se asegura que el producto penetre bien en las fibras y realice una limpieza más profunda.
Mantén limpia tus alfombras con este truco casero.
Paso final
Después de cepillar, es importante aspirar nuevamente las alfombras para retirar el bicarbonato de sodio junto con la suciedad y las bacterias que ha absorbido. Finalmente, ventilar bien el área abriendo las ventanas o encendiendo un ventilador ayuda a eliminar cualquier residuo de polvo y asegura que la alfombra esté completamente seca.
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