Uno de los problemas más comunes al cocinar, especialmente al freír o preparar salsas, es la acumulación de grasa en los azulejos de la cocina. Aunque lo ideal es limpiar inmediatamente después de cocinar, a menudo esto no es posible, y la grasa se seca, dificultando su eliminación.
Afortunadamente, existen soluciones caseras que pueden facilitar esta tarea, permitiéndote mantener tus azulejos impecables sin necesidad de productos químicos agresivos. El vinagre es uno de los limpiadores naturales más efectivos para eliminar la grasa de los azulejos.
Ya sea vinagre de vino, de alcohol o de manzana, su acidez natural lo convierte en un poderoso desengrasante. Para utilizarlo, simplemente mezcla un tercio de vinagre con dos tercios de agua. Esta solución diluida será lo suficientemente fuerte como para descomponer la grasa, pero suave para no dañarlos.
Con este consejo, vas a dejar tus azulejos como nuevos.
Para aplicar esta solución, humedece una esponja con la mezcla de vinagre y agua, y frota suavemente la superficie de los azulejos. La acción del ácido acético en el vinagre ayudará a disolver la grasa, devolviendo a los azulejos su brillo original. Si prefieres evitar el olor a vinagre en tu cocina, puedes infusionar el vinagre con peladuras de cítricos, ramitas de lavanda o romero.
Maceramiento
Coloca estos ingredientes en un pulverizador con vinagre blanco y déjalos macerar durante una o dos semanas antes de usarlo como desengrasante de los azulejos. Esto no solo enmascarará el olor a vinagre, sino que también añadirá un aroma fresco y agradable a tu cocina.
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