El aloe vera es una planta que, debido a sus propiedades medicinales, ha sido utilizada a lo largo del tiempo de diferentes formas. En esta ocasión, nos referiremos a cómo hacer gel de aloe vera casero. La receta es práctica y súper sencilla, así que toma nota.
El gel de aloe vera tiene múltiples propiedades que repercuten favorablemente en la salud, ya sea como calmante, cicatrizante e hidratante para la piel. Además, contiene elementos antibacterianos y antifúngicos, lo que lo hace ideal para tratar infecciones cutáneas. Como si fuera poco, ayuda en el crecimiento del cabello, fortaleciéndolo y promoviendo un cuero cabelludo más saludable, sin caspa.
El aloe vera, un gran aliado
Para fabricar tu propio gel de aloe vera, solo necesitarás hojas de la planta, teniendo en cuenta que las maduras serán más beneficiosas, y vitamina E, que ayudará a preservar el gel. Lo primero que debes hacer es tomar algunas hojas, asegurándote de que no presenten manchas, y limpiarlas a fondo.
Quita los bordes punzantes de las hojas y luego córtalas a la mitad, a lo largo, exponiendo así su viscosidad interna. Hecho esto, deberás tomar el utensilio de cocina que mejor te sirva para extraer el gel natural de las hojas, recolectándolo en un recipiente.
Luego, solo necesitas mezclar el gel del aloe vera con unas gotas de vitamina E, revolviéndolo todo hasta obtener una masa uniforme. Una vez finalizado este paso, solo restará guardar la solución en un contenedor de cierre hermético y ubicarlo en el refrigerador.
El gel de aloe vera puede ser usado para el tratamiento de cortes o quemaduras menores. También servirá para calmar picaduras de insectos o para desinflamar zonas de la piel que se hayan expuesto en exceso al sol. Sumado a esto, puede aplicarse en el cuero cabelludo para tratamientos capilares, y su funcionalidad como hidratante cosmético para la piel tampoco debe ser pasada por alto.
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