El refrigerador es un electrodoméstico fundamental en cualquier hogar, y su correcto uso y mantenimiento pueden prolongar su vida útil, reducir problemas y ahorrar en la factura de electricidad.
Aunque su función principal es mantener los alimentos en buen estado, hay ciertos detalles que, si se cuidan, mejoran su eficiencia y funcionamiento en el refrigerador.
Uno de estos detalles es un pequeño orificio de desagüe, ubicado en la parte baja y trasera del refrigerador. Este orificio, a menudo oculto detrás de los alimentos, es fundamental para evitar la acumulación de agua en el interior del aparato.
Si el desagüe se obstruye, el agua no puede salir y se acumula en los cajones del refrigerador, causando incomodidades y posibles daños. Para prevenir este problema, es recomendable realizar una limpieza profunda del congelador cada dos o tres semanas. El primer paso es desenchufar el electrodoméstico y retirar todos los alimentos.
Este electrodoméstico puede ser útil por más años.
Luego, quita los estantes y cajones para acceder al orificio de desagüe. Usando un alambre o un utensilio similar, desatasca el orificio. Si está limpio, el agua fluirá hacia un recipiente en la parte trasera del frigorífico, donde se evaporará.
Más consejos
Aprovecha esta ocasión para limpiar todas las superficies internas del aparato con agua tibia y jabón. Esta limpieza regular ayuda a eliminar olores y suciedad acumulada, manteniendo el congelador en óptimas condiciones.
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