Con la temporada de verano llegan las apetitosas fresas, pero muchas veces estamos en duda si realmente las lavamos de manera correcta. Descubramos juntos los pasos esenciales para limpiarlas adecuadamente y aprovechar de su sabor sin preocupaciones.
Aunque las fresas son un deleite para el paladar, es crucial reconocer que estas pequeñas frutas pueden contener residuos de pesticidas. Simplemente lavarlas bajo el grifo no es suficiente para eliminarlos por completo.
En primer lugar, es recomendable dejar las hojas intactas hasta el momento de consumir las fresas. Antes de comenzar el proceso de limpieza, asegúrate de tener las manos limpias para evitar cualquier contaminación adicional.
Llena un recipiente con agua tibia y sumerge las fresas en él. Para una limpieza más profunda, añadir un poco de vinagre al agua puede ser beneficioso. Una vez sumergidas, frotalas suavemente con las manos para eliminar cualquier residuo de pesticida.
Ten cuidado y cuida a los cercanos con estos consejos.
Después, escúrrelas bien utilizando un colador para eliminar el exceso de agua. Este método es preferible al enjuague directo bajo el grifo, ya que el chorro de agua puede dañar la delicada textura de las frutas.
El último paso
Una vez limpias y secas, es importante almacenarlas correctamente para mantener su frescura por más tiempo. Coloca las frutas en un recipiente con suficiente espacio entre ellas para permitir una adecuada circulación de aire.
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