Sara Carbonero se mantiene alejada del foco mediático desde hace tiempo. Pero si se mantiene en contacto con sus seguidores en las redes sociales, donde cuenta con más de tres millones de usuarios que la sigan con gran cariño.
A través de Instagram, Sara Carbonero ha querido compartir una reflexión sobre su vida personal. Más precisamente sobre cómo afectó a su autoestima las secuelas del tratamiento contra un padecimiento oncológico que le fue diagnosticado en 2019.
Una de las consecuencias fue la pérdida de su característica melena, sus cejas y pestañas. Todo comenzó cuando Sara Carbonero quiso probar unas luces nuevas en un espejo y terminó tomándose una fotografía que serviría como punto de partida de la reflexión.
"Cuando me miro al espejo lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima", reconoció la periodista. “Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno", aseguró.
"Cuando me miro al espejo lo hago para tomar conciencia de mí misma".
El vínculo con sus hijos
Sara Carbonero recordó que, en junio del 2019, había terminado el sexto y último ciclo de quimioterapia. “Yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo. Después de mirarme detenidamente, muy raro, soltó: 'Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú'", relató la también modelo.
“A día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo ‘como un chico’. El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos ‘puzzles’ para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas. Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el 'puzzle’”, recordó.
“Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: ‘Ya pronto volverás a hacerlo, mamá’”, comentó para emocionar a todos.
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