La salsa de tomate es deliciosa y podemos hacerla en pocos minutos, pero a veces la acidez que presenta nos echa hacia atrás a la hora de cocinarla. Por eso mismo te daremos una serie de consejos para que quede exquisita.
Si bien la salsa de tomate es una de las preparaciones más sencillas para hacer, lo cierto es que tiene algunos secretos para que no quede demasiado líquida ni con gusto a acidez. Pon estos consejos en práctica y verás los resultados inmediatamente.
Cómo quitar la acidez de la salsa de tomate
Si bien uno de los trucos más utilizados para quitar la acidez en la salsa de tomate es ponerle azúcar, hay otro ingrediente muy aconsejable y que es mil veces más efectivo. Tu preparación quedará con un sabor único.
Tan solo basta con añadir una cucharada de bicarbonato de sodio en la salsa de tomate para que la acidez desaparezca por completo. Al ser alcalino, este ingrediente baja el pH de la salsa y, por consiguiente, el sabor ácido.
Tan solo basta con añadir una cucharada de bicarbonato de sodio en la salsa de tomate.
La próxima vez que prepares una salsa de tomate, asegúrate de tener un poco de bicarbonato de sodio a mano. Va a ser un antes y un después en tus preparaciones.
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