Hay detalles que a veces pasamos por alto pero que tienen un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Uno de estos detalles es la frecuencia con la que debemos cambiar las sábanas de nuestra cama. Sin embargo, por suerte, ahora descubriremos lo que tanto recomiendan los profesionales.
Aunque parezca algo trivial, el mantener nuestras sábanas limpias juega un papel crucial en la prevención de problemas de salud. Y es que, aunque es el sitio donde descansamos para recobrar energías para el día siguiente, la higiene muchas veces es dejada de lado, pero aquí os contaremos los datos fundamentales a tener en cuenta.
Los expertos en salud y limpieza recomiendan cambiar las sábanas al menos una vez por semana. Esto no solo incluye la sábana de abajo y la funda de almohada, sino también la sábana superior.
Es importante destacar que en invierno, las colchas y mantas no requieren el mismo nivel de cambio frecuente, dado que no están en contacto directo con la piel de la misma manera que las sábanas. Estas telas pueden acumular una variedad de microorganismos y ácaros que pueden afectar nuestra salud. Este problema es especialmente notable en los meses de verano, cuando el calor y el sudor pueden aumentar la proliferación de bacterias.
En verano el cambio debe ser más urgente aún.
Otro dato a tener en cuenta son las bacterias que se acumulan en nuestra cama provienen de diversas fuentes, como la grasa natural de la piel, restos de maquillaje mal retirado, o residuos de cremas hidratantes.
La mejor manera de lavarlas
Se recomienda lavar la ropa de cama a altas temperaturas, como al menos 60°C, para asegurar la eliminación efectiva de bacterias, pero es importante no sobrepasar las indicaciones de lavado del fabricante.
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