Las macuquinas, monedas que datan de la época colonial española, han ganado un gran valor tanto histórico como económico en el mundo de la numismática. Estas piezas surgieron con la fundación de las casas de moneda hispanoamericanas por la corona española, con el objetivo de fomentar el comercio en las colonias y la península ibérica.
Según el libro “Las macuquinas: monedas coloniales”, las primeras emisiones presentaban en el anverso un escudo coronado con las armas de los reinos de Castilla, León, Aragón, Sicilia, Granada, Austria, Borgoña, Brabante, Flandes y Tirol.
Las monedas de medio real, además, incluían un monograma con el nombre del rey y el escudo de Castilla y León en el reverso, elementos que reflejaban la autoridad y el prestigio del imperio español. En el mercado de coleccionistas, las macuquinas se valoran altamente debido a su rareza y significado histórico.
Una macuquina de 8 reales de plata puede llegar a valer hasta 5.000 euros, mientras que las de oro acuñadas en Lima tienen un valor que puede alcanzar los 9.000 euros. Estos precios reflejan no solo el contenido metálico de las divisas, sino que también en el mundo del coleccionismo destaca su importancia como testimonio del comercio y la expansión colonial de España en el Nuevo Mundo.
Estas monedas son de las más valoradas del mercado numismático.
Diseño único
La fascinación por estas monedas radica en su forma irregular y su historia única. Cada macuquina es una pieza de la historia, un objeto que ha viajado a través de los siglos y ha sido testigo de la evolución de culturas y continentes. Para los coleccionistas, poseer una macuquina es tener en sus manos una reliquia que encapsula un capítulo significativo de la historia monetaria y colonial.
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