Abonar las plantas es esencial para su crecimiento y salud. Aunque muchos optan por productos comprados en tiendas especializadas, hay alternativas naturales que se pueden preparar en casa. Un ejemplo poco conocido pero muy efectivo es el uso de tapones de corchos.
Estos corchos, al descomponerse, liberan nutrientes que alimentan las plantas y las protegen del moho. Antes de desechar los corchos de las botellas de vino, considera reutilizarlos en tu jardín para darle una nueva vida útil.
El mulching es una técnica utilizada en agricultura y jardinería que consiste en cubrir el suelo alrededor de las plantas con materiales orgánicos, como corchos, cortezas o hojas secas. Esta práctica ayuda a proteger las raíces, evitar el crecimiento de malas hierbas y mantener la humedad del suelo.
El corcho sirve para diversos usos de limpieza casera.
Además, a medida que estos materiales se descomponen, enriquecen el suelo con nutrientes esenciales. Limpiar y organizar el espacio, cuidar las plantas y utilizar abonos naturales son prácticas que no solo embellecen el jardín, sino que también promueven un entorno más sostenible.
Otra utilidad
Pero los corchos no tienen una buena utilidad solo para este truco de limpieza. ¿Cuántas veces ocurre que nuestro frigorífico se ve invadido por un mal olor? Ocurre aunque lo limpiemos con regularidad. Pero los restos de comida y el posible moho a menudo no dejan salida. El corcho también tiene la capacidad de absorber los olores y, sobre todo, la humedad. Por eso, el uso de este material también puede resultar una opción a la hora de quitar el mal olor de tu frigorífico.
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