Cuatro antiguos billetes de pesetas han pasado de ser simples piezas de papel a convertirse en objetos de colección con un alto valor monetario.
Estos billetes, que en su momento apenas representaban una fracción del poder adquisitivo de los ciudadanos, ahora pueden valer una fortuna para los coleccionistas.
El billete de 1.000 pesetas de 1957, con la imagen de la reina Isabel II, puede alcanzar un valor de hasta 450 euros en el mercado de coleccionistas de billetes.
Por su parte, los billetes de 5.000 pesetas de 1976, con el retrato de Goya, tiene un valor estimado de 1.200 euros. El billete de 1.000 pesetas de 1979, con la imagen de Sorolla, puede llegar a valer hasta 2.000 euros.
5.000 pesetas de 1976, con el retrato de Goya, tiene un valor estimado de 1.200 euros.
El billete que se puede vender a más de 20.000 euros
El billete de 25.000 pesetas de 1982, con la representación del Guernica de Picasso, puede alcanzar un valor de 3.000 euros. Se consiera una de las piezas más valiosa en papel moneda.
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