La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés, pero cuando se vuelve persistente, puede afectar nuestra calidad de vida. Afortunadamente, existen métodos simples y efectivos para manejarla, como para que tu postura también permanezca estable.
Por eso, en este artículo, presentamos tres técnicas que puedes incorporar fácilmente en tu rutina diaria para mantener tu postura firme y quitar la ansiedad de tu día a día, o al menos reducirla.
La respiración profunda es una técnica sencilla pero poderosa para calmar el sistema nervioso. Inhala lentamente por la nariz, permitiendo que el aire llene tu abdomen. Luego, exhala despacio, asegurándote de que la exhalación sea más prolongada que la inhalación.
Sin dudas que ese método no sólo ayuda a reducir la tensión, sino que también mejora la concentración y promueve una sensación de tranquilidad, para así mejorar la postura de forma directa.
Puedes relajar tu cuerpo con este método.
Otra actividad es la conocida como el dibujo terapéutico, pero para los más jóvenes. Una actividad relajante que permite liberar el estrés de manera creativa. Comienza haciendo un garabato continuo en un papel sin levantar el lápiz. Luego, rellena los espacios con diferentes tonalidades y patrones hasta completar la página. Durante el proceso, es importante mantener los hombros relajados y concentrarte en aprovechar la actividad, sin preocuparte por el resultado final.
Más ejercicios
La postura también puede tener que ver con la relajación muscular progresiva es una técnica que implica tensar y luego relajar diferentes grupos musculares del cuerpo. Empieza tensando los músculos de los pies durante unos segundos y luego suéltalos. Repite este proceso con los músculos de las piernas, el abdomen, los brazos, el cuello y la cara, uno a la vez.
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