Mantener los electrodomésticos blancos en perfecto estado puede ser un reto, especialmente en la cocina, donde el calor y la grasa tienden a dejarlos con una desagradable tonalidad amarilla. Aunque encender la extracción mientras cocinamos ayuda a mitigar el problema, no siempre es suficiente.
Afortunadamente, existen estrategias y trucos efectivos que pueden devolver el blanco original a tus electrodomésticos. Una opción preventiva sería optar por electrodomésticos con acabados en acero inoxidable, que son menos propensos a ponerse amarillos.
Sin embargo, si ya tienes electrodomésticos blancos y cambiarlos no es una opción, no te preocupes. Hay soluciones prácticas a tu alcance. Primero, limpia la superficie del electrodoméstico con agua y jabón para eliminar cualquier resto de grasa o polvo.
Este proyecto de limpieza es altamente efectivo.
Este paso prepara la superficie para el tratamiento posterior. Luego, aplica una crema de agua oxigenada. Usa un pincel para distribuir la crema uniformemente sobre el área afectada. Después, cubre la superficie con film transparente para evitar que el oxígeno degrade el tratamiento. Deja actuar durante 24 horas.
Truco efectivo y económico
Al finalizar el tiempo de actuación, retira el film y limpia cualquier residuo. Este proceso debería haber eliminado el amarilleo, devolviendo a tus electrodomésticos su blanco original. Este método es sencillo y efectivo, permitiéndote mantener tu cocina reluciente sin gastar una fortuna en productos de limpieza especializados.
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