La sal, un ingrediente común en la cocina, también puede ser tu mejor aliado para la limpieza del hogar. En esta nota, te enseñaremos un truco poco conocido pero muy efectivo para fregar el piso utilizando sal. Con estos sencillos pasos, podrás aprovechar este recurso para mantener tus pisos limpios y brillantes.
El primer paso de este truco casero para fregar el piso es preparar la solución de limpieza. En una cubeta con agua caliente, añade una taza de sal y revuelve hasta que se disuelva por completo. La cantidad de sal puede ajustarse según el tamaño del área que necesites limpiar, pero una taza suele ser suficiente para la mayoría de las superficies.
Sumerge la fregona en la solución salina, asegurándote de que absorba bien el líquido. Exprime el exceso de agua para evitar goteos y asegúrate de que el paño fregador esté húmedo pero no empapado. Comienza a fregar el piso, pasando el paño por toda la superficie.
Presta especial atención a las manchas difíciles; puedes aplicar la solución de sal directamente sobre ellas y frotar suavemente para ayudar a eliminarlas. Una vez que hayas cubierto toda el área, deja que el piso se seque al aire.
Una técnica de limpieza poco conocida y altamente efectiva.
Beneficios del uso de sal
La sal, a la hora de fregar el piso, no solo ayuda a eliminar la suciedad y las manchas, sino que también tiene propiedades desinfectantes. Este método es una alternativa natural y económica a los productos de limpieza comerciales, siendo amable con el medio ambiente y seguro para hogares con niños y mascotas.
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