Durante la década de 1990, se lanzaron numerosas piezas numismáticas que fascinan cada vez más a los coleccionistas. Entre ellas, destaca una moneda de pesetas acuñada en 1991, que sobresale por su elegancia y alto valor simbólico.
La moneda en cuestión es de 40.000 pesetas, hecha de oro, con un peso de 13,5 gramos, un diámetro de 30 milímetros y un grosor de 1 milímetro. Esta serie fue emitida para conmemorar el V centenario del descubrimiento de América.
En el anverso de la moneda se observa a Juan Carlos I de pie; Manuel Martínez Tornero fue el grabador, según indica "Numista". El reverso, grabado por Rafael Vallejo García, presenta el escudo imperial con la corona imperial en la parte superior, así como un águila bicéfala.
La tirada de esta moneda fue limitada: 1.251 ejemplares en forma de medallas y 1.702 ejemplares en forma de moneda. Debido a la escasez de piezas, su valor actual es considerablemente alto, a pesar de no ser metálicos de gran antigüedad.
Actualmente, un ejemplar de esta moneda está siendo ofertado en una plataforma en línea de compra y venta por 1.350 euros, y se vende con certificado y estuche de madera original. Sin duda, se trata de una pieza que los aficionados no pasarán por alto.
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