Según un artículo publicado en el portal gastronómico “Directo al paladar", la grasa en los caldos puede resultar excesiva y poco saludable si se consume con frecuencia.
Por suerte, existen algunos trucos sencillos para eliminarla y disfrutar de un caldo más ligero y sabroso. En primer lugar, una forma efectiva de quitar la grasa de los caldos es refrigerarlos una vez preparados.
Una forma efectiva de quitar la grasa de los caldos es refrigerarlos.
Al enfriarse, la grasa se solidifica en la superficie y puede ser retirada fácilmente con una cuchara o un papel absorbente. Este método es ideal para aquellos que prefieren retirar la grasa de forma manual.
Otra técnica popular para desgrasar los caldos es utilizar hielo. Al añadir cubitos de hielo al caldo caliente, la grasa se adhiere a ellos y puede ser retirada al momento de solidificarse. Este truco es rápido y efectivo, perfecto para quienes buscan una solución inmediata.
Fracciona los caldos
Además, se recomienda utilizar congelar los caldos en porciones individuales para poder retirar la grasa con mayor facilidad antes de servirlo. Al descongelar el caldo, la grasa quedará separada del líquido y podrá ser retirada sin dificultad. Este método resulta práctico y garantiza un resultado limpio y ligero.
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