En el ámbito del coleccionismo numismático, una moneda española acuñada en 1884 durante el reinado de Alfonso XII, conocido como "el Pacificador", ha captado la atención de coleccionistas de todo el mundo. Esta valiosa pieza, una peseta de 1884, se destaca no solo por su impecable calidad y diseño, sino también por su rica historia y limitada emisión, factores que han impulsado su valor en el mercado.
La peseta de 1884 se presenta con unas especificaciones técnicas que la hacen única y codiciada. Con un diámetro de 23 milímetros, un peso de 5 gramos y una pureza de 835 milésimas de plata, esta moneda se destaca en el mundo del coleccionismo tanto por su composición como por su historia.
Solo se emitieron 5.800 unidades de esta peseta, lo que incrementa significativamente su valor y atractivo para los coleccionistas. La escasez de este ejemplar se convierte en un factor determinante que ha provocado un aumento en su demanda y, consecuentemente, en su precio.
Debido a su rareza y estado de conservación, las casas de subastas han establecido precios iniciales que oscilan entre los 4.600 y 5.000 euros por cada ejemplar de esta pieza. Sin embargo, expertos en numismática señalan que el valor de estas piezas puede seguir incrementándose dependiendo del estado de conservación de cada unidad.
Esta es una de las monedas más valoradas de la numismática.
Objeto de deseo
La aparición de esta moneda en el mercado ha generado una gran expectación entre los coleccionistas y aficionados a la numismática. La combinación de su historia, diseño y rareza ha convertido a la peseta de 1884 en un objeto de deseo y un símbolo de la riqueza cultural y monetaria de España.
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