Coleccionistas de todo el mundo buscan con esmero viejas piezas numismáticas nacionales para presumir ante la escena y, entre tantos ejemplares de alto valor simbólico e histórico, resulta imposible no mencionar una moneda como la de 1 real del siglo XV.
Esta moneda se acuñó entre 1454 y 1471 bajo el reinado de Enrique IV, siendo emitida por el Reino de Castilla y León. La serie fue confeccionada en plata, con un peso de alrededor de 3,2 gramos, habiendo sido acuñada a martillo, reporta "Numista".
El reverso de la moneda muestra un escudo con leones y castillos, mientras que el anverso presenta la imagen perfilada de Enrique IV. La serie fue acuñada en la Real Casa de la Moneda de Burgos y, desde su desmonetización, ha fascinado a los aficionados del coleccionismo.
La moneda es un ícono nacional, un emblema dentro del escenario numismático, y su valor radica especialmente en su antigüedad y en su huella política, económica y cultural ibérica, habiendo cobrado gran relevancia en múltiples subastas a lo largo de los años desde su emisión.
En estos días, un ejemplar de la moneda se ofrece en una plataforma virtual dedicada a la compra y venta de objetos de su estilo, proponiéndose que cambie de manos por 800 euros, lo cual resulta un precio considerablemente bajo para una pieza de su rango.
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