La limpieza de los espejos en casa puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de eliminar huellas y el polvo que se acumula en la superficie. Para que tus espejos queden relucientes y sin manchas, aquí te contamos un método simple y efectivo que puedes realizar con ingredientes que probablemente ya tienes en tu cocina.
Para comenzar la limpieza de tus espejos, debes preparar una solución limpiadora casera. Llena un pulverizador con agua, añade una cucharada de vinagre blanco y el jugo de un tercio de limón. Cierra el recipiente y agítalo bien para mezclar los ingredientes.
Este combo es ideal para cortar la grasa y eliminar las marcas. Antes de aplicar la mezcla, es recomendable limpiar la suciedad más visible. Para ello, pon un poco de jabón para fregar platos en una esponja común y frota suavemente la superficie del espejo.
Esto ayudará a deshacerte de las manchas más evidentes y el polvo acumulado en tus espejos. Una vez que hayas cubierto toda la superficie con el jabón, retíralo con un trapo suave para acceder al paso final de esta técnica casera de limpieza.
Se trata de un truco efectivo para dejar relucientes los espejos del hogar.
Paso final
Ahora, rocía la solución preparada sobre los espejos y, con otro trapo limpio y seco, seca el líquido con movimientos suaves para evitar que queden huellas o manchas. Este último paso es crucial para asegurar que el espejo quede completamente limpio y brillante.
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