La celiaquía es una enfermedad autoinmune que afecta al intestino. Los pacientes que padecen de este trastorno, se produce ante la ingesta de gluten presente en avena, trigo, cebada y centeno, estos generan anticuerpos que destruyen las microvellosidades intestinales.
Al día de hoy, el único tratamiento para tratar la celiaquía es tener una vida completamente libre de gluten. Si no se sigue estrictamente esta dieta, puede tener consecuencias más graves para nuestra salud.
Los síntomas más comunes al momento de descubrir la celiaquía son: dolor abdominal, diarrea, fatiga, dermatitis, náuseas y vómitos. Sin embargo, algunos pacientes no presentan síntomas. Por lo que es recomendable hacerse los diagnósticos correspondientes.
Diferentes afecciones más graves
La celiaquía puede traer otras consecuencias graves si no se sigue una dieta libre de gluten: las personas pueden desarrollar una enfermedad oncológica como linfoma intestinal. Si bien se desconoce el vínculo entre ambos, puede deberse a los procesos de inflamación intestinal crónica.
Puedes tener enfermedad oncológica, infertilidad, anemia, osteoporosis entre otras.
Otra de las afecciones que puede tener es sufrir de osteoporosis, que afecta de forma generalizada al esqueleto. Este daño intestinal se produce ante incorrecta absorción de nutrientes, como calcio y vitamina D. También puede generar infertilidad y anemia.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!