La relación entre Sofía Suescun y su madre, Maite Galdeano, ha dado un giro inesperado y dramático en las últimas semanas. Lo que muchos consideraban una conexión sólida entre madre e hija ha estallado en un conflicto público que ha dejado a ambos lados de la familia profundamente afectados.
El origen del conflicto, según Maite Galdeano, reside en la influencia de Kiko Jiménez, pareja de Sofía, a quien Maite acusa de manipular a su hija y de haberla alejado de su familia. En una declaración cargada de emoción, Maite reveló que Sofía la había expulsado de su casa en Madrid, algo que, según ella, fue instigado por Kiko.
"Mi hija Sofía me ha echado de casa inducida por el ser que tiene al lado", afirmó Maite, visiblemente dolida. La situación escaló cuando, tras ser expulsada, Maite intentó regresar a la casa para recoger sus pertenencias. A su sorpresa, descubrió que todas las cerraduras habían sido cambiadas, impidiéndole el acceso.
Determinada a no dejarse vencer, Maite Galdeano decidió saltar la valla de la propiedad y llamar a la Guardia Civil para reclamar su derecho de entrada. "Me ha dicho mi abogada que, les guste o no, puedo entrar a mi casa", declaró la madre de la influencer, dejando claro que no está dispuesta a rendirse.
“Les guste o no, puedo entrar a mi casa".
Preocupada
Maite Galdeano también ha comentado su profunda preocupación por el estado emocional de su hija, a quien describió como "anulada totalmente y sola". Según Maite, Kiko Jiménez ha afectado negativamente la salud mental de Sofía, alejándola de su familia y aprovechándose de su situación. "Él no se quiere ni a él mismo y tampoco quiere a mi hija. Lo único que quiere es su beneficio", afirmó Maite, acusando a Kiko de ser un "manipulador " y "calculador ".
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