En el exclusivo y fascinante mundo de la filatelia, ciertos sellos postales se han convertido en auténticos tesoros, alcanzando precios millonarios en subastas y siendo codiciados por coleccionistas de todo el mundo. Entre los más valiosos y raros se encuentran ejemplares de diferentes épocas y países, cada uno con una historia única que justifica su exorbitante valor.
Uno de los sellos postales más icónicos es el sello de Benjamin Franklin Z Grill de 1868, considerado el más raro y valioso de todos los sellos postales de Estados Unidos. Este sello, que pertenece a un famoso coleccionista y mercader filatélico, es tan exclusivo que solo existen dos ejemplares en todo el mundo.
Su rareza y la demanda entre los coleccionistas han hecho que su precio supere los 3 millones de euros, colocándolo en el catálogo de los sellos más raros y caros del planeta. Otro ejemplar que destaca en el universo filatélico es el sello sueco de tres chelines del siglo XIX. Este sello es único en su clase, ya que solo se conoce la existencia de un solo ejemplar en todo el mundo.
Originalmente impreso en un inusual color amarillo en lugar del azul verdoso habitual, el error de impresión de estos sellos postales pasó desapercibido en su momento, lo que aumentó aún más su valor. En 1996, este sello fue vendido en Ginebra por 2,3 millones de euros, una cifra que hoy equivaldría a unos 4 millones de euros debido a la revalorización del mercado del coleccionismo.
Uno de estos sellos postales puede cambiar tu vida para siempre.
Uno aún más valorado
Por último, los sellos postales chinos Red Revenue son otra joya del coleccionismo mundial. Entre ellos, la rara serie Small One Dollar es la más buscada, especialmente el bloque original de cuatro sellos, que se considera la joya de la corona de la filatelia china. En 2009, este bloque se vendió por la impresionante suma de 20 millones de dólares.
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