El colágeno es una proteína que el cuerpo humano produce de manera natural. La misma está presente en el pelo, la piel, los músculos, huesos, tendones, entre otros. Por lo cual, es importante contar con buenos niveles de esta proteína en el organismo.
Una de las opciones para regular los niveles de colágeno es la alimentación. El colágeno marino se obtiene principalmente de los huesos, la piel y las escamas de los peces, especialmente de especies como el bacalao o el salmón.
Entre sus propiedades, el colágeno marino tiene la capacidad de hidratar y nutrir la piel, reduciendo la sequedad para mejorar la apariencia general. También combate las uñas quebradizas y fortalece la composición del cabello, además de evitar su caída.
A su vez, también reduce el dolor de las articulaciones debido a que previene el desgaste que suele asociarse con el envejecimiento. También las mantiene más flexible y les aporta una mayor resistencia a los tendones.
Reduce el dolor de las articulaciones debido a que previene el desgaste que suele asociarse con el envejecimiento.
A prestar atención
Los efectos del colágeno marino variarán según la persona, pero generalmente se empiezan a notar tras un uso regular, después de cuatro u ocho semanas, tal como lo aclara “El País”. Lo primero que veráis son los cambios en la hidratación de la piel y la reducción de arrugas.
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