En un sorprendente giro del destino, las pesetas antiguas de España, que fueron reemplazadas por el euro en 2002, han adquirido un valor inesperado en el mercado de coleccionistas.
Monedas de 5, 25 y 50 pesetas, que en su momento apenas valían su valor nominal, ahora se están vendiendo a precios astronómicos.
Según un artículo publicado en "El Mundo", algunas piezas específicas pueden alcanzar cifras que superan los 2.000 euros, dependiendo de su estado de conservación y rareza.
Algunas piezas específicas pueden alcanzar cifras que superan los 2.000 euros.
La popularidad por las pesetas ha crecido exponencialmente, especialmente entre los coleccionistas que buscan piezas únicas para completar sus álbumes.
Las piezas más valoradas
Las monedas de plata de 25 pesetas de 1980 o las de 50 pesetas de 1970 están entre las más deseadas. Su elevada demanda ha provocado que plataformas de compraventa en línea se inunden de anuncios donde ofertan estas monedas a precios que pueden dejar boquiabiertos a quienes solo las ven como simple cambio.
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