La llegada del euro en 2002 marcó el fin de la era de la peseta, pero muchos billetes y monedas han quedado olvidados en cajones y carteras. Pese a que el Banco de España dejó de cambiarlos en 2011, coleccionistas y numismáticos siguen buscando estos billetes que, en buen estado, pueden alcanzar precios sorprendentes en subastas, con cifras que superan los 20.000 euros.
Según "Huffingtonpost" billetes de peseta, introducidos por primera vez en 1874, comenzaron a ser impresos en el país por la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre en 1940. Hasta entonces, España dependía de billetes extranjeros, lo que hace que estos ejemplares sean aún más exclusivos y valiosos hoy en día. La rareza de ciertos billetes también impulsa su cotización en el mercado de coleccionistas.
Entre los billetes más buscados, destaca el de 500 pesetas con el retrato de Francisco de Goya, emitido en 1874. Este billete no solo es una pieza de colección histórica, sino que en condiciones óptimas puede venderse por cifras que alcanzan hasta 30.000 euros. El escaso número impreso, tan solo 19.500 unidades, lo convierte en un verdadero tesoro.
Entre los billetes más buscados, destaca el de 500 pesetas con el retrato de Francisco de Goya.
Además, otros billetes, como el de 25 pesetas con la imagen de Gaspar Melchor de Jovellanos, también están en la mira de los coleccionistas, llegando a venderse por más de 2.500 euros. La alta demanda por billetes raros crea un mercado vibrante donde el pasado aún tiene un gran valor económico.
Beneficio total
Este interés por los billetes de peseta prueba que la historia y la cultura están presentes en cada estampilla y moneda. Así, quienes poseen estos billetes no solo atesoran un pedazo de historia, sino que también pueden beneficiarse económicamente al ofrecer su legado a futuras generaciones de coleccionistas.
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