Las monedas de pesetas conmemorativas, que alguna vez fueron parte del día a día en España, han dejado de ser solo un recuerdo nostálgico y se han convertido en valiosos tesoros. En un reciente informe de "El Mundo", se destacó cómo algunas de estas piezas, emitidas en conmemoración de eventos importantes, han visto dispararse su valor en el mercado de coleccionistas.
Una de las monedas más destacadas es la peseta de 1982 que conmemora el Mundial de Fútbol de España. Esta moneda, con una tirada limitada, puede alcanzar precios de hasta 350 euros en subastas. Su diseño, que presenta el famoso trofeo de fútbol, la convierte en un objeto de deseo para los fanáticos del deporte y de la numismática.
Otra pieza importante es la peseta de 1992, emitida en honor a los Juegos Olímpicos de Barcelona. Con un valor nominal de una peseta, hoy en día se estima que puede valer entre 200 y 300 euros si se encuentra en condición impecable. Su representación del logo olímpico y los colores vibrantes la hacen especialmente atractiva.
Otra pieza importante es la peseta de 1992, emitida en honor a los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Asimismo, la peseta de 1996, que conmemora el V Centenario del Descubrimiento de América, se cotiza entre los 150 y 250 euros. Esta moneda no solo es histórica, sino que su escasez en el mercado contribuye a su aumento de valor en el mercado de monedas.
Una fuente de ganancias
Estas monedas de pesetas conmemorativas han transformado su valor nominal en auténticas fortunas, lo que ha llevado a numerosos coleccionistas a buscarlas con ahínco, dispuesto a pagar precios elevados por un pedazo de historia.
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