Las antiguas monedas españolas de pesetas, especialmente aquellas acuñadas en el siglo XVIII, son una de las piezas más caras de la numismática.
Estas monedas se han convertido en verdaderos objetos de colección, alcanzando precios astronómicos en subastas y mercados de numismática.
De acuerdo a "La vanguardia" las monedas más destacadas se encuentran las pesetas de plata de la época de Felipe V, que ahora pueden superar los 1.500 euros cada una, dependiendo de su estado de conservación y rareza
Algunas variantes excepcionales, como la peseta de 1732, han llegado a alcanzar cifras cercanas a los 30.000 euros en diversas subastas de monedas antiguas.
La peseta de 1732, han llegado a alcanzar cifras cercanas a los 30.000 euros.
Una riqueza enorme
Estos tesoros del pasado no solo son valorados por su contenido en metal precioso, sino también por su relevancia histórica. Cada moneda cuenta una parte de la rica historia de España y su transición hacia la modernidad. Coleccionistas y apasionados por la historia están dispuestos a invertir grandes sumas para poseer estas piezas únicas, lo que ha creado una creciente demanda en el mercado.
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