El sudor, esa respuesta natural del cuerpo para enfriarse, no solo nos acompaña durante el ejercicio físico, sino también en nuestras horas de sueño, especialmente en noches calurosas. No es raro despertar con la almohada o las sábanas mojadas, evidenciando que nuestro cuerpo ha trabajado para eliminar el exceso de calor durante la noche.
Este sudor puede hacer que las almohadas se tornen de un blanco inmaculado a un tono amarillento y, si no se limpian regularmente, pueden empezar a desprender un olor desagradable y perder su comodidad original. Afortunadamente, mantener las almohadas limpias y frescas es posible utilizando ingredientes que seguramente tienes en tu cocina.
Para eliminar las manchas de sudor, necesitas una taza de jabón líquido para ropa, una taza de lavavajillas para platos, una taza de blanqueador casero, media taza de bórax de sodio y agua caliente. El proceso comienza con un lavado normal de la almohada, asegurándote de que se seque completamente para evitar la aparición de moho.
Pon a prueba esta técnica y logra un mejor descanso.
Una vez seca, aplica una mezcla de los ingredientes mencionados sobre las manchas de sudor y deja que actúe durante unos minutos. Después, frota la superficie con un cepillo para ayudar a desprender las manchas y enjuaga bien la almohada para eliminar cualquier residuo. Deja que la almohada se seque completamente antes de volver a usarla.
Descanso más confortable
Mantener este hábito de limpieza no solo prolongará la vida útil de tus almohadas, sino que también garantizará un ambiente de descanso más higiénico y confortable. Además, cambiar y ventilar las sábanas regularmente contribuirá a mantener una cama limpia y libre de malos olores.
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