Con el tiempo, las almohadas tienden a adquirir manchas amarillas debido al sudor, aceites naturales del cuerpo, acumulación de polvo y otros factores. Esto no sólo perjudica la apariencia de las almohadas, sino que también pueden ser un caldo de cultivo para bacterias. Si bien existen productos comerciales, lo cierto es que podemos utilizar alternativas naturales muy efectivas para restaurar su frescura y dejar las almohadas como nuevas.
En primer lugar, podemos mencionar el jugo limón, conocido por ser un blanqueador natural que, combinado con la acción de la luz solar, puede eliminar las manchas amarillas de las almohadas. Esta solución no sólo quita las manchas, sino que, además, deja un aroma fresco.
Por otro lado, un ingrediente muy común para la limpieza es el bicarbonato de sodio. Lo que muchos desconocen es que, al combinarlo con sal marina, sus propiedades “desmanchadoras” se potencian aún más. Se recomienda remojar la almohada en un balde con agua caliente, con media taza de sal marina y media taza de bicarbonato de sodio, y dejar remojar durante dos o tres horas, para luego lavarla como de costumbre.
Además, la combinación de vinagre blanco y aceite esencial de lavanda no sólo blanquea las almohadas sino que también las deja con un aroma agradable. Se trata de un método ideal para eliminar manchas difíciles y dejar las almohadas con una frescura duradera.
"Deja las almohadas con una frescura duradera".
Agua oxigenada y detergente natural
Para eliminar las manchas amarillas de las almohadas, la mezcla de agua oxigenada y detergente natural puede ser muy efectiva. Esta combinación permite eliminar las manchas más persistentes y deja las almohadas brillantes y limpias.
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