Chipiona, el emblemático pueblo gaditano que guarda con cariño la memoria de la cantante Rocío Jurado, se ha convertido en el nuevo escenario de la tensión familiar que rodea a Rocío Carrasco. La hija de la icónica artista ha estado alejada de sus hijos, Rocío Flores y David Flores, quienes, bajo el cuidado de Antonio David Flores, han manifestado su lealtad hacia su familia materna en lugar de acercarse a ella. Este distanciamiento ha llevado a que los jóvenes preferían evitar encuentros con su madre durante sus visitas a este rincón que evoca sus raíces.
De acuerdo a “Nacional”, el vínculo familiar en Chipiona, donde la Santa de Regla es un símbolo de unión, parece no incluir a Rocío Carrasco. Mientras sus hijos Rocío Flores y David Flores la pasan bien en compañía de Gloria Mohedano, la tía que ha mantenido una postura crítica hacia Carrasco, el ambiente se torna tenso. Los seguidores de la familia se preguntan cómo ha llegado a este punto de distanciamiento, que parece irreconciliable.
Rocío Flores y David Flores la pasan bien en compañía de Gloria Mohedano.
El aislamiento emocional de Rocío Carrasco se hace palpable. Según el medio citado fuentes cercanas afirman que los hermanos Flores no contemplan una reconciliación en un lugar tan significativo como Chipiona, donde el eco de la memoria de su abuela resuena con fuerza. Rocío, por su parte, ha denunciado en diversas ocasiones que la animadversión hacia ella proviene de la envidia que sienten algunos familiares hacia el legado de su madre.
Antonio David Flores ha visto en este conflicto una oportunidad para consolidar la unión familiar, culpando a Rocío Carrasco por la ruptura. En este marco, tant? Amador como Gloria Mohedano han encontrado un refugio en los jóvenes, quienes parecen encontrar en ellos el apoyo que su madre nunca les ha brindado. La narrativa de Antonio David subraya que él ha sido el verdadero vínculo de sus hijos con la figura de Rocío Jurado, dejando a su exesposa en un segundo plano.
Cada uno por su lado
Mientras Rocío Carrasco se dedica a preservar el legado de su madre a través del museo inaugurado en su honor, sus hijos siguen su propio camino. Rocío Flores ha encontrado su lugar en el mundo del emprendimiento, lejos de la mirada pública, mientras David Flores procurará construir su vida en el seno familiar que ha optado por abrazar. Ambos jóvenes prefieren disfrutar de los recuerdos de Rocío Jurado en Chipiona, aunque sin acercarse a la obra que su madre ha creado para conmemorar su legado, refrendando así el distanciamiento existente.
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