En el mundo de la numismática, las monedas tienen un valor que trasciende su uso cotidiano. Un reciente ejemplo es la moneda de 100 pesetas de 1870, una de las más raras y codiciadas de España, que fue subastada por un precio excepcional de 460.000 euros. Este remate ha causado revuelo en el ámbito coleccionista, especialmente considerando que su precio de salida era de tan solo 40.000 euros.
Según “Huffpost” este ejemplar en particular pertenece al Gobierno Provisional y es conocido por su leyenda ‘Ley 900 milésimas - 31 piezas en kilo’. La casa de subastas Aureo y Calicó ha enfatizado su singularidad al considerar que se trata de “la moneda de oro más rara del centenario de la peseta”. Con sólo 12 monedas en toda España, su descubrimiento y posterior venta genera gran interés tanto para coleccionistas como para inversores.
Es conocido por su leyenda ‘Ley 900 milésimas - 31 piezas en kilo’.
El mercado de las monedas históricas no solo se limita a la venta de estas piezas. La fascinación por su historia, diseño y rareza abre la puerta a un ámbito en el que la colección se convierte en una apasionante búsqueda. Cada moneda cuenta una historia, y la de las 100 pesetas de 1870 es especialmente rica en matices.
Las transacciones de este tipo de monedas reflejan también un creciente interés por parte de las nuevas generaciones de coleccionistas. En un momento donde la inversión alternativa gana popularidad, las pesetas antiguas se perfilan como un activo no solo para disfrutar, sino también para diversificar patrimonios.
El pasado sigue vivo
Así, el fascinante mundo de las monedas sigue atrayendo a coleccionistas y entusiastas, quienes ven en ellas una oportunidad de inversión y una ventana al rico legado histórico de España. La moneda de 100 pesetas de 1870 es solo un ejemplo de cómo el pasado sigue vivo en el presente a través de su valor incalculable.
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