En el mundo del coleccionismo de sellos postales, ciertas piezas no sólo capturan la esencia de su época, sino que también alcanzan cifras impresionantes en el mercado. Tres ejemplares notables de la filatelia británica ejemplifican el atractivo y el valor que estos pequeños trozos de historia pueden alcanzar.
Los sellos postales Pálido Purpúreo de 6 Peniques emitidos en 1904 durante el reinado de Eduardo VII son una joya destacada en la filatelia británica. Este sello forma parte de una serie real y es conocido por su tono distintivo que marcó una transición significativa en el diseño de los sellos postales británicos a principios del siglo XX.
Su singularidad y el contexto histórico en el que fue emitido lo han convertido en un objeto de gran valor para los coleccionistas. En una subasta celebrada en 2016, este sello alcanzó la impresionante cifra de 125.000 euros, subrayando su estatus como un tesoro filatélico.
Por su parte, no se puede hablar de filatelia y sellos postales sin mencionar el icónico "Penny Black" de 1840, el primer sello postal del mundo. Este emblemático sello, que presenta el retrato de la Reina Victoria, revolucionó el sistema postal al introducir el concepto de franqueo prepagado, por eso es tan valorado en el mundo del coleccionismo.
Estos son dos de los sellos más valorados del mercado.
Valor
Estos sellos postales, categorizados como Penny Black cambiaron al permitir que el remitente pagara el costo por adelantado. En 2017, un ejemplar de este histórico sello se vendió por 70.000 dólares, reflejando su importancia y su lugar fundamental en la historia de la filatelia.
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