Tamara Falcó ha sorprendido a todos recientemente. La hija de Isabel Preysler regresó a su puesto de trabajo una vez más, aunque, en esta oportunidad, vivió un momento inesperado. La marquesa de Griñón dio su opinión sobre las novedades del momento, pero un tema del día la interpeló por completo.
Tamara Falcó se reunió con sus compañeros de “El hormiguero” para debatir las noticias de actualidad. Más tarde, el presentador del programa habló sobre un estudio de Hardvard que describe los rasgos que distinguen a las personas de “alta inteligencia emocional”.
“Hacen sentir especiales a los demás, interesándote por sus opiniones. También crean un clima de confianza en sus interacciones. Y por último, hablan de sus fracasos igual que hablan de sus éxitos”, comenzó diciendo Pablo Motos, para luego dirigirse a la colaboradora. “La gente con cierto nivel nunca cuentan las penas. (…) ¿Los ricos no lloran?”, quiso saber el comunicador.
“Si, un montón. La cosa es compartirlo con confianza, y si no, intentar sobrellevarlo”, confesó Tamara Falcó, sorprendiendo a toda la audiencia con su declaración. “Me voy a poner a llorar”, expresó tras el comentario de Motos reconociendo su actitud frente a los malos momentos.
"Me voy a poner a llorar".
Un chiste diez
La conversación en el plató se volvió de lo más emotiva cuando Pablo Motos, recordó el comportamiento de Tamara Falcó ante “alguna dificultad: “Cuando estábamos en algún momento crítico, cuando teníamos la conversación de qué vamos a hacer ahí abajo, siempre tenías un ‘chistaco’, un chiste diez en mitad del drama”.
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