El conflicto entre Belén Esteban y Toño Sanchís viene de largo, remontándose a la sorprendente revelación de que su representante había malversado fondos que le pertenecían. La colaboradora de televisión decidió emprender una auditoría de sus cuentas tras problemas con Hacienda, descubriendo así que Sanchís se había quedado con cantidades indebidas. Este desencadenó una batalla legal para recuperar lo que legítimamente le correspondía.
De acuerdo a información de “Lecturas” la famosa Belén Esteban se vio sorprendida al constatar una deuda de 600.000 euros con el fisco, provocada por irregularidades que desconocía, como el incumplimiento del IRPF entre 2006 y 2008.
Ante esta situación, la comunicadora confrontó a su representante, quien aseguró no tener conocimiento de las acciones del gestor. Sin embargo, al intentar saldar su deuda, la televisiva se percató de una falta de fondos significativa, desencadenando una crisis financiera.
En medio de este conflicto, Belén Esteban enfrentó a Toño Sanchís, exigiendo la devolución de 388.868 euros malversados. Tras un proceso judicial, se comprobó la veracidad de sus reclamaciones mediante un informe caligráfico de 90 páginas. "Hoy soy la mujer más feliz del mundo. El dinero me importa, pero sobre todo quiero que se haga justicia", expresó Esteban tras la resolución a su favor.
"El dinero me importa, pero sobre todo quiero que se haga justicia".
Un mensaje contundente
Con el juicio pendiente para el próximo año, Belén Esteban envía un mensaje contundente a Sanchís, recordándole la deuda de 470.000 euros entre otros gastos legales pendientes. La colaboradora espera que su exrepresentante no se declare insolvente y asuma su responsabilidad. Mientras tanto, detalla las cuantiosas sumas desviadas por Sanchís en diferentes contratos y colaboraciones a lo largo de los años.
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