La cocina es uno de los lugares del hogar en donde los aromas se concentran. Especialmente en el horno, en donde es un gran desafío mantenerlo limpio. Uno de los más grandes problemas en cada casa es el cuidado del vidrio del horno, ya que allí suelen concentrarse manchas que parecen todopoderosas.
Sin embargo, con las técnicas adecuadas, podremos dejar el vidrio del horno como si fuese nuevo. Esto sin la necesidad de recurrir a productos químicos o otros que suelen ser bastante agresivos con el medioambiente y sobre todo costosos.
Cada tres a seis meses, el vidrio del horno debe limpiarse, aunque claro está, la frecuencia variará de acuerdo al uso que se le dé. En este punto, el bicarbonato de sodio aparece como un gran complemento para la limpieza de este artefacto vital en la cocina.
Lo primero que haremos será crear una pasta de bicarbonato de sodio y agua. La consistencia que debe tener será similar a la de una crema de afeitar. En este punto, los expertos aseguran que es bueno agregar unas gotas de detergente líquido para potenciar la capacidad de eliminar la grasa de este compuesto.
Atentos
Al aplicar esta mezcla, la paciencia es vital. Nos tomaremos el tiempo de ocupar toda la superficie dañada, enfocándonos en las más sucias. Si es posible, podemos dejar reposando la mezcla durante toda la noche, una vez que comenzó a oscurecerse, significa que ha absorbido la grasa y la mugre.
Una vez que comenzó a oscurecerse, significa que ha absorbido la grasa y la mugre.
Luego de retirar la mezcla con un paño de microfibra, podremos quitar con extremo cuidado las suciedades más persistentes usando una espátula o una hoja de afeitar, evitando rayas en el vidrio del horno. Tras ello, usaremos una solución de partes iguales de agua y vinagre para aplicar con un rociador. Con la ayuda de un limpiacristales convencional, podremos darle el último toque a la profunda limpieza del horno.
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