Los billetes, esos objetos de papel que alguna vez estuvieron en circulación, también pueden tener un valor impresionante, y a veces incluso superan el de sus contrapartes metálicas. La razón es simple: al estar fabricados en papel, los billetes enfrentan un desafío mayor en términos de conservación.
Uno de los tesoros más codiciados en el mundo de los billetes es el de las 25 pesetas de 1899. Este billete es particularmente valioso debido a su diseño, que incluye el busto del famoso escritor español Francisco de Quevedo.
Este detalle lo convierte en una pieza histórica no solo por su antigüedad, sino por la prominencia del personaje que figura en él. Hoy en día, este ejemplar puede alcanzar un precio de alrededor de 1.400 euros, una cifra que refleja tanto su rareza como su importancia cultural para los coleccionistas.
Otro de los billetes destacados es el de 50 pesetas de 1884, que presenta el retrato de Pedro Bravo Murillo, un notable político, jurista y filósofo español. La tirada de este billete es considerada rara y difícil de encontrar, lo que lo hace muy apreciado entre los coleccionistas. Su precio actual ronda los 900 euros en el mercado del coleccionismo, lo que subraya el interés en piezas que no solo tienen valor histórico, sino que también representan figuras importantes de la historia de España.
Ofrecen hasta 1.400 por algunos de estos ejemplares.
Un billete sin serie
Finalmente, la lista de billetes valiosos se completa con el billete de 100 pesetas de Mendizábal, emitido el 1 de enero de 1884, se destaca por una característica especial: no tiene serie. Este detalle lo convierte en una pieza singular en el mercado numismático. La falta de serie añade un nivel de exclusividad que eleva su valor a aproximadamente 900 euros.
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