La moneda de 10 centavos de 1919-D, acuñada en Denver, ha capturado la atención del mercado numismático con una reciente transacción que destaca su increíble valor y rareza. Este ejemplar específico ha alcanzado un valor superior a los 200.000 dólares.
En este sentido, esta moneda se ha transformado de un objeto común a un verdadero tesoro para los coleccionistas. La versión más buscada de esta moneda es la que presenta un diseño distintivo en su reverso, donde se muestra un manojo de palos y un hacha entrelazados con enredaderas de hojas de olivo.
La característica clave que aumenta su valor en el mercado de la numismática es la presencia de tres juegos de bandas dobles que cruzan horizontalmente estos elementos, manteniéndolos unidos. La integridad y la visibilidad completa de estas bandas son esenciales para determinar el valor elevado de la pieza.
Un ejemplo notable de esta moneda, clasificado con una calificación MS 66 en la escala de Professional Coin Grading Service (PCGS), fue subastado en el año 2000 por Heritage Auctions por la asombrosa cifra de 218.500 dólares en el ámbito del coleccionismo.
Ofrecen hasta 200.000 euros por esta moneda.
Aún más valiosa
La calificación MS 66 indica que la moneda se encontraba en condiciones casi perfectas, lo que, junto con la presencia completa de las bandas dobles, contribuyó a su elevado valor. Hoy en día, por los años transcurridos, es muy probable que esta divisa valga mucho más dentro del mercado numismático.
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