El licuado de avena es una bebida muy popular para el desayuno. Sobre todo para quienes buscan un inicio de jornada saludable y con muchas energías. Sin embargo, hay un mito que sostiene que el consumo de este cereal termina favoreciendo el aumento de peso. Por este motivo, muchos lo descartan.
La avena es uno de los cereales más completos que se pueden encontrar en el mercado, de acuerdo a lo que ha indicado la Fundación Española de Nutrición. La fibra soluble que contiene ayuda a regular el sistema digestivo, mejora el tránsito intestinal y previene grandes molestias como el estreñimiento. También colabora para reducir el colesterol malo, favoreciendo al corazón.
Si tomáis avena todas las mañanas, conseguiremos mejorar la digestión gracias a la fibra soluble que es capaz de absorber mejor el agua, generando un gel que ayuda a regular el tránsito intestinal. Combinarla con manzana y fresas puede ser una gran opción si sueles padecer de estreñimiento.
Una buena opción
A su vez, tomar un batido de avena por la mañana, favorece la obtención de energía y estamina. Este es un carbohidrato de bajo índice glucémico, evitando picos de azúcar en sangre, los que suelen generar cansancio y fatiga.
Este es un carbohidrato de bajo índice glucémico, evitando picos de azúcar en sangre, los que suelen generar cansancio y fatiga.
Asimismo, la fibra soluble ayuda a las personas con diabetes al regular los niveles de azúcar en sangre, los cuales disminuyen por la velocidad con la que se absorben los carbohidratos. Esto la hace ideal para incluir en los desayunos.
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