El mercado numismático sigue siendo un refugio de tesoros invaluables, y entre las piezas más codiciadas por los coleccionistas se encuentran algunas que han trascendido siglos de historia. Monedas como el Centén de Felipe III, las monedas de 20 excelentes de los Reyes Católicos y las onzas de oro españolas.
Una de las monedas más destacadas es el Centén Segoviano, una moneda de 100 escudos emitida por el rey Felipe III. Con un peso de 350 gramos y un diámetro de 7 centímetros, este coloso de oro ha sobrevivido más de 400 años, convirtiéndose en una pieza clave del patrimonio numismático mundial.
El Centén de Felipe III no es solo una moneda, es un símbolo de la época dorada del Imperio Español. Su rareza, su peso y el simbolismo que lleva consigo lo convierten en uno de los grandes tesoros del coleccionismo. Actualmente, esta pieza puede valer hasta dos millones de euros en el mercado numismático.
Otra de las monedas históricas que atrae miradas es la moneda de 20 excelentes acuñada durante el reinado de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Este ejemplar, que fue acuñado en Sevilla, representa una de las primeras monedas de oro emitidas por la España unificada. Dependiendo de su estado de conservación, los coleccionistas pueden pagar hasta 600.000 euros.
Los coleccionistas ofrecen dineral por alguna de estas monedas.
Hay más
Por otro lado, las monedas conocidas como onzas de oro españolas, especialmente las conocidas como "galanas" de 1695, se encuentran entre las monedas más apreciadas y buscadas en el mercado. La belleza de sus detalles y la perfección de su acuñación las convierten en piezas únicas, cuyo valor puede llegar hasta los 475.000 euros en subastas especializadas.
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