Cada día que pasa las temperaturas son más bajas, razón por la cual comienza a ser frecuente el uso de los radiadores para mantener calefaccionado el hogar. No obstante, antes de usarlos por primera vez se deben tener ciertos recaudos.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que al estar expuestos durante la temporada veraniega al desuso, los radiadores se llena den suciedad y partículas de tierra que deben ser removidas para que su funcionamiento se óptimo.
Claro que esto no es una tarea sencilla ya que al estar amurados a la pared, se hace imposible poder moverlos. Es por eso que se recomienda en primera instancia el uso de una rejilla para limpiar las zonas más expuestas. Para las zonas más estrechas se puede utilizas una brocha de mango largo y un aspirador con boquilla angosta.
¿Cómo se purga un radiador?
En el caso de los radiadores de agua, suele ser algo frecuente que deban ser purgados. Si bien parece algo complicado, es bastante sencillo. El primer paso es ubicar en el hogar el radiador más cercano a la caldera, la cual debe estar apagada. Una vez allí, se debe retirar la válvula con un destornillador, colocando un recipiente por debajo.
Al abrir la válvula, comenzará a salir el aire y posteriormente el agua. Una vez que el flujo de agua es constante, se cierra nuevamente con el destornillador y listo. Ahora solo es momento de que se repita el proceso en cada uno de los radiadores para que se pueda utilizar de manera correcta.