Protagonista de más de una película navideña. Históricamente, el acebo ha sido una de las plantas decorativas más buscadas para Navidad. Sus formas y sus colores tienen mucho que ver con la época al ser el verde de sus hojas y el rojo de sus frutos una combinación adorable para las fiestas.
A lo largo de los años, el acebo se ha convertido en uno de los elementos indispensables para una perfecta decoración de Navidad. Sus características pequeñas bolitas rojas y hojas verdes puntiagudas gritan que es Navidad. Razón por la cual todos quieren tener una.
Lo primero que debes saber a la hora de cuidar esta planta es que está en peligro de extinción. Así que si en tu camino te cruzas con un acebo, no caigas en la tentación de arrancarla y llevártela a casa. Es una cuestión que está totalmente prohibida para su debida conservación en los bosques.
Más allá de esta salvedad, seguramente podrás encontrar una en tu vivero de confianza para esta Navidad. Puedes elegir entre cultivarla en una maceta o dejarla crecer directamente en tu jardín. Si va a tener su maceta individual debes recordar que es un arbusto de exterior. Por ende, necesitar estar expuesta al aire, por lo que sus mejores ubicaciones en el hogar son la terraza o el balcón.
Un arbusto para el frío
El acebo ama el frío propio de la Navidad. Puedes ponerlo en casa para decorar interiores durante la cena navideña, pero nunca olvides que debes devolverlo a su lugar una vez que las celebraciones hayan terminado y también que debes mantenerlo alejado de la calefacción. Los climas gélidos y húmedos son ideales para el desarrollo de la diva natural de la época.