Si hay un lugar ideal para conocer el estrecho de Bering esas son las Islas Diómedes, dos islas rocosas. Las mismas están en medio del estrecho, entre Alaska y la península de Chukotka.
Si no habéis escuchado de las Islas Diómedes os aclaramos que una de ellas, la que se encuentra en el occidente es de Rusia y está deshabitada; mientras que la otra, pertenece a Estados Unidos y está habitada por una comunidad esquimal.
El tiempo entre las islas
Las Islas Diómedes no parecen tener nada de especial ya que encontrándose tan cerca de Alaska, lo que abunda allí es el frío y la soledad. Lo único enigmático son las montañas y el hielo cristalino del lugar.
Tal vez, la excepción sea el tiempo que separa una de las Islas Diómedes de la otra. Big and Little Diomede, se encuentran a unos 3,8 kilómetros de distancia cada una y las separan 21 horas en invierno. Esto se debe al meridiano de Greenwich y la organización mundial de horarios.
Otra de las cosas mágicas que suceden en este lugar es el hecho de que el mar se congele en invierno y literalmente se pueda recorrer el espacio que separa ambas islas en motos de nieve o en esquí para los más aventureros aunque no sería legal debido a la falta de aduanas y controles.
Lo que divide a las Islas Diómedes es la frontera marítima de cada país, lo cual en la época de la Guerra Fría se llamó el telón de hielo ya que dividía a Estados Unidos de la Unión Soviética y por ello es un lugar que invita a viajar en el tiempo.