Los frutos del bosque son, para muchos, unas de las frutas más ricas que existen. El problema puede ser que os cueste movilizaros para ir a comprarlos o conseguirlos, por lo que, aquí os traemos los secretos para cultivar frutos del bosque en las comodidades del hogar.
Como muchos sabréis, los frutos del bosque no están muy bien delimitados, ya que incluyen desde arándanos, cerezas, frutillas, grosellas y hasta moras. En esta ocasión os contaremos un poco sobre los arándanos y las grosellas. ¡A por ello!
Arándanos y grosellas, formas de cultivo
Si bien las dos son nativas de bosques fríos y húmedos típicos del norte de España también se pueden cultivar en otras zonas si se recrea con éxito las condiciones básicas de su hábitat natural.
Para que estas plantas de frutos del bosque resistan deberéis tener una serie de cosas: sustrato, riego, temperatura y protección entre otras cosas.
En primer lugar, el sustrato es la base de todo, incluid una buena proporción de compost y una capa de serrín o trocitos de madera en la superficie de la tierra en donde se realizará el cultivo y 'violá'. Podéis agregarle algunas lombrices que nunca vienen mal. Se debe mantener una humedad constante con riegos frecuentes pero cortos y mantenerlas alejadas del calor.
Os recomendamos plantarla en una maceta, lo cual os facilitará trasladarla fuera del calor intenso y las heladas fuertes. Se puede plantar en cualquier época del año aunque es recomendable el comienzo de la primavera y a mediados de otoño. También es importante que pongáis una ramita o algo de lo que pueda aferrarse la planta hasta que desarrolle su propio tronco.
Lista para la mesa
Por último pero no menos importante, tened en cuenta que a estos frutos del bosque conviene podarlos todos los años a finales de invierno, sacando una gran parte de los tallos antigüos. Estas plantas darán frutos a partir del segundo o tercer año.