Esta temporada ha marcado la vuelta de los eventos como las bodas, postergados por los impedimentos que presentó la pandemia a lo largo de los últimos dos años. Esto ha llevado al auge de los alquileres de vestidos de invitada, que se han convertido en tendencia.
Este cambio de actitud lleva a una moda más sostenible. Algo que se hace muy práctico debido a que nos evita gastar una buena cantidad de dinero en una prenda que quizás uséis una sola vez en la vida. Esta practicidad es lo que la ha hecho tendencia.
Fuente: (Instagram de Borow).
"Este negocio basado en la moda circular tiene como objetivo enfocar la moda también desde un punto de vista práctico, huyendo de las ataduras del sentido de la posesión", explica Eva Chen, fundadora de Borow junto con su hermana Johanna.
Fuente: (Instagram de Borow).
"Tiene como objetivo enfocar la moda también desde un punto de vista práctico".
“Por lo contrario, centrarse en el valor que realmente aporta una prenda, siendo la mayoría de las veces un medio de expresión y empoderamiento”, añade la orgullosa empresaria de esta tendencia que no deja de crecer. Su tienda tiene un amplio catálogo que te facilita encontrar lo que necesitas para esa ocasión especial que tanto estáis esperando.
Fuente: (Instagram de Borow).
Una gran opción
"Hoy en día, la media de uso por prenda está en torno a las dos puestas, en cuyo caso (y a no ser que vistas cada prenda de ocasión más de cinco veces), es mucha mejor inversión alquilar que comprar, y eso sin llegar a entrar en detalles como es la tintorería, espacio, trasteros, etc.", añade Chen, quien ha sabido aprovechar la tendencia en su negocio.