Nuestra icónica València no podía ser menos que el siniestro Edimburgo y su historia de Jack. En este mes de brujas os contamos otra versión de esta bella ciudad que también tiene sus lugares terroríficos y sus historias llenas de brujas y fantasmas.
Se dice que durante la época medieval de València, las brujas se reunían en los callejones oscuros. Por supuesto que, las personas no se animaban a acercarse o pasar por aquellos lugares por miedo a que les hicieran algún hechizo.
Uno de los puntos de encuentro señalados está en la calle Angosta del Almudín que se encuentra muy cerca de la Catedral. Allí, no solo se reunían las brujas sino que también se acercaban sanadoras para realizar sus rituales.
Estas practicas eran tan conocidas que durante los siglos XV y XVII en València, se le conocía como "La calle de las brujas". Otras versiones expresan que en esta callejuela también vivían hechiceras que realizaban pociones.
Otro lugar muy transitado por aquella época era la "Puerta de los Pecados de la Lonja, la entrada norte del edificio y actualmente cerrada por su conservación, recoge figuras talladas en piedra que representan los siete pecados capitales", según "National Geographic".
El palacio misterioso
Se dice que uno de los palacios de València que se encuentra maldito es el Palacio Valeriola (Calle del Mar, 31). Por allá en 1606, Don Jerónimo de Valeriola perdió la vida y se culpó a su hijo, a quien sentenciaron con la perdida de su vida. Sin embargo, más tarde se descubrió que este último no había sido el culpable.
Así, se dice que el fantasma de Don Jerónimo ronda el lugar en busca de venganza por la pérdida de su hijo. El lugar próximamente abrirá sus puertas, esta vez como el Centro de Arte Hortensia Herrero. ¿Quién está listo para una visita a la ciudad?